Como velocista, Christian Benítez se corrió la cancha e ingresó entre los dos centrales para habilitar a Méndez, que definió con técnica en el primer palo estremeciendo a los hinchas que colmaron las tribunas del Estadio Olímpico Atahualpa. En las semifinales enfrentó al club Cerro Porteño de Paraguay; el partido de ida, nuevamente e igual que las últimas tres llaves, terminó empatado a 1-1, el juego de vuelta terminó sin goles y Nacional clasificó a la final por medio de la regla del gol de visitante.