Finalmente sería el propio Moyá, quien, tras vencer a Roddick, le daría la victoria final a España, alzándose así con la segunda Ensaladera de su historia, y la primera para Nadal. A la postre, el serbio vencería en la final al griego Stefanos Tsitsipas, sumando su segundo título en Roland Garros y su decimonoveno Grand Slam, quedando por primera vez en su carrera a tan sólo un título del suizo Roger Federer y de Nadal.