Brasil nuevamente se corona campeón del mundo revalidando así el título conseguido en 1958. El astro del Mundial de 1958, Pelé, salió cojeando tras una lesión muscular sufrida en el segundo partido contra Checoslovaquia en la fase de grupos y se perdió el resto del campeonato. En esa instancia derrotaron a la selección inglesa por 3:1. En semifinales vencieron al local Chile 4:2 y en la gran final, el Scratch volvió a encontrarse con la selección de Checoslovaquia.