El 14 de junio empezó en São Paulo con un triunfo por 3-0 sobre Bolivia con goles de Philippe Coutinho por doblete y un golazo de media distancia de Everton. La Canarinha, otra vez siendo anfitriona del torneo, llegaba como amplia favorita para ser bicampeona de América, y demostraba así su superioridad el 13 de junio en la primera jornada al ganar a Venezuela 3 a 0, con Neymar jugando un buen papel sobre el terreno de juego.