En aquella definición de tiros desde el punto penal, los jugadores italianos Franco Baresi, equipacoin de brasil Daniele Massaro y el emblemático Roberto Baggio erraron sus disparos para un marcador final de 3:2 a favor de Brasil. Luego el equipo perdió en la final ante Francia por 0:3 en un partido decepcionante para la verdeamarela. Así, el equipo sudamericano, dirigido por Parreira, entró a la historia por todo lo alto al convertirse en el único tetracampeón mundial.