Al finalizar el encuentro y debido a los rumores surgidos por una posible retirada del tenis, Nadal declaró en rueda de prensa que haría todo lo posible por seguir compitiendo y participar en Wimbledon, tras revelar que tuvo que recurrir a infiltraciones en su pie izquierdo durante las dos semanas del torneo, debido al fuerte dolor que sufre en el mismo. Similar resultado obtendría una semana después en el Conde de Godó, donde cayó de nuevo en cuartos de final esta vez ante Nicolás Almagro por 6-2, 6-7(5) y 4-6 cortándole una racha de 41 victorias consecutivas del manacorí en Barcelona desde que cayera en segunda ronda ante Alex Corretja en 2003 y también había sumado 43 sets de forma consecutiva (sumando el ganado ante Almagro).