Además se convierte en el tercer jugador de la Era Abierta en lograr conquistar los dos primeros Grand Slams del año: el Abierto de Australia y Roland Garros, y es el tercer jugador en lograr un Grand Slam venciendo a cuatro jugadores del top 10, tras el suizo Roger Federer y el sueco Mats Wilander. Pocos días después de conquistar el título en París y tras someter a su pie izquierdo a un tratamiento consistente en radiofrecuencia pulsada, el balear anunciaba su intención de disputar, tres años después, el tercer Grand Slam de la temporada: Wimbledon.