El torneo se desarrolló por completo en un sistema de partidos eliminatorios simples y no con una primera ronda de grupos. La selección brasileña tenía hasta la fecha dos campeonatos ganados en Copa América y una vez más organizaban el torneo en suelo nacional: era la oportunidad perfecta para ganar un título oficial luego de 27 años y consagrarse ante su público. Los colegios británicos se dividieron frente al Código Rugby; mientras varios decidieron seguirlo, otros decidieron rechazarlo debido a que en ellos la práctica era no tocar el balón con la mano.