A pesar de la derrota, Nadal ascendería del noveno al sexto puesto del ranking ATP, pero lo más importante sería lograr recuperar las buenas sensaciones en su juego, después de derrotar a dos jugadores del top 10 durante el torneo y alcanzar las rondas finales de un Grand Slam después de dos años. Después de casi un mes de descanso y renunciar a disputar el Torneo de Róterdam, Nadal viajaba hasta Latinoamérica para disputar el Abierto de México, que tiene lugar en Acapulco y de categoría ATP Tour 500, torneo en el que se encontraba invicto y sin perder un solo set después de vencer en sus dos únicas participaciones en 2005 y 2013. Tras dejar por el camino al alemán Mischa Zverev por 6-4 y 6-3, al italiano Paolo Lorenzi por doble 6-1, al japonés Yoshihito Nishioka por 7-6(2), 6-3 y venciendo al croata y 7 del mundo Marin Čilić por un contundente 6-1 y 6-2 en las semifinales del torneo, el español accedía a la final del torneo, la 103.ª de su carrera profesional, en la que le esperaba el americano Sam Querrey.